En el marco del término de 2016, el Presidente del Comité del Kiwi de Chile, habló sobre lo positivo y negativo en la industria del kiwi, haciendo una especial reflexión sobre los desafíos para este 2017.
El Presidente Comité del Kiwi, precisó que si bien el 2016 fue un año difícil dada la existencia de mercados más saturados de fruta, una disminución de la ventana chilena de envíos y la presencia de una mayor competencia, el año que nos dejó fue positivo para la industria en términos de aprendizajes y comprensión de la necesidad de volver a la base productiva para poder potenciar todo lo que se ha hecho, durante los ocho años de existencia del Comité, se ha desarrollado importante información, investigación y tecnología para una buena fruta, a lo cual hay que volver para poder competir.
En el caso del mercado de Europa, Carlos Cruzat, puntualizó que por primera vez se evidenció el gran volumen de kiwi europeo presente, que produjo una saturación en los mercados y obligó a los productores de ese continente a guardar fruta por más tiempo y a salir a explorar otros mercados.
“Esta exploración ha hecho que compitamos en algunas ventanas, tanto de inicio como de término, con la fruta europea, y por otro lado, la necesidad de los europeos de guardar fruta ha significado que nuestros kiwis compitan con la fruta en stock del Hemisferio Norte, lo cual nos ha obligado, en general, a entrar más tarde. Todo ello ha incidido en un cambio del escenario para el kiwi chileno en Europa”, precisó Cruzat.
Asimismo, el dirigente destacó la situación del tipo de cambio en Europa, la cual ha desmejorado el envío a estos mercados. “Ello ha significado que durante el 2016 se evidenciara una reducción muy importante en los volúmenes enviados de kiwi chileno a Europa, quedándose con una participación cercana al 37 por ciento del total exportado al mundo”, puntualizó.
América: Se consolidó como el mercado más importante
Una especial reflexión realizó Cruzat sobre la situación en los mercados de Latinoamérica y Norteamérica (EEUU y Canadá), los cuales dijo: “Se han transformado en mercados fuertes e importantes para el kiwi chileno. Actualmente ambos mercados representan cerca del 44% de nuestras exportaciones”.
Agregó: “Hoy como continente, América, es el más importante para nuestros kiwis, con un impulso en Estados Unidos, un Brasil algo alicaído debido a una situación económica adversa, pero no malo del todo y una economía Argentina más abierta que permitió recibir mayores volúmenes de fruta”.
Asia: Gran apetito por kiwis
El mercado asiático creció un 84%, donde el Presidente del Comité destacó el incremento de las exportaciones de kiwis chilenos a China, nación a la que calificó de poseer “un gran apetito por kiwis”.
“Nuestros envíos a China crecieron prácticamente en un 154%, alcanzando casi las 27 mil toneladas”, puntualizó.
Por otro lado, Cruzat señalo el incremento de los envíos a India, ya que la exportación de kiwi chileno aumentó un 257%, pasando de 843 toneladas a 3 mil ton.
Calidad: El Desafío
Si bien, el dirigente destacó el crecimiento en Asia, el cual se explica dada la necesidad de buscar nuevos mercados y por una fuerte demanda, también recalcó que ello a su vez significó un esfuerzo especial en calidad ya que es un mercado exigente, por lo que mejorar la calidad se transforma en una acción fundamental para poder seguir compitiendo y obtener buenos dividendos. Por eso el Comité se enfocará en entregar un especial apoyo a los productores para que accedan a la información que apoya técnicamente este cambio y también difundirá de qué forma estos cambios impactarán positivamente a la industria, de manera que el proceso de cambio se lleve a cabo de manera ágil.
“Si bien hubo buenos momentos durante la temporada o mercados específicos, los resultados a nivel global fueron históricamente bajos, por lo que los productores de kiwi van a resentir sus efectos en las liquidaciones. Creemos que en un mediano plazo el kiwi chileno debe transformarse en un oferente de contra estación de buena calidad. Esa es la única manera de competir”, comentó.
Por otro lado, agregó que hay que aprovechar las ventajas. “Nuestra producción es contra hemisférica, lo cual nos entrega una ventaja que hay que aprovechar, pero con buena calidad. Además estamos cerca de toda esta América que representa casi el 44% de nuestras exportaciones, lo que nos da una excelente oportunidad para continuar abasteciendo a América Latina y Norteamérica con más volúmenes de fruta. Por otro lado, tenemos hoy una demanda creciente en países de Asia, es decir, tenemos disponibilidad de mercados, pero para poder aprovechar cada oportunidad y ventaja se requiere tener un producto que cumpla con una calidad, tanto estética como interna, mejor”, resaltó.
Según el profesional, mejorar la calidad es un hecho que la industria chilena del kiwi ha ido poco a poco consensuando, dado que para nadie es un misterio que una buena fruta genera una buena demanda y ello a la vez permite realizar un buen proceso a costos razonables y de acuerdo a resultados conocidos .
“El ejemplo más claro es la industria de la cereza, cuando se encuentran con fruta que no cumple con los requerimientos, simplemente ésta no se exporta, evitando costos mayores a las ganancias, y deteriorar la imagen de todo un sector”, agregó.
Cruzat resaltó además que contar con un producto de mayor calidad permite un proceso de guarda más económico, el que exige fruta más homogénea. “Por ello en 2016 aumentamos la exigencia a los parámetros de materia seca, con la idea de disminuir las brechas de variabilidad en los lotes; y estamos proponiendo también un cambio en términos de disminuir el tamaño de las unidades de madurez. Creemos que los cambios deben orientarse, en una primera etapa, en el huerto para obtener un mejor producto, para seguir con el proceso”.
De acuerdo al representante, hoy “los mercados están exigiendo fruta cilíndrica con alta materia seca y categoría 1. Actualmente, no hay mercado para categoría 2, como lo hubo antes cuando existía menos volumen mundial. La señal de la industria exportadora es clara, se buscará recompensar a aquellos productores que logren tener mejor fruta con buena forma, materia seca, y categoría uno calibres medios”, observó.
Añadió que lo anterior es posible, entre otros, a través de una buena polinización, disponiendo de una mayor cantidad de yemas para escoger sólo las mejores frutas, hacer un raleo temprano para llegar antes de la flor con la fruta que se quiere en el parrón, además de no competir con la cereza post-floración, pues no se dispone de mano de obra, y así en este periodo sólo centrarse en la polinización. Esto finalmente se complementa con buen riego, anillados para mejorar calibre y materia seca, manejo de canopia y reducir el uso de la hormona a la dosis mínima.
“Un elemento clave es asegurar la calidad de la polinización y seguridad que se polinizó todo, y para esto se debe contar con un 11% de machos, correctamente podados para obtener una buena calidad y volumen de polen, buena disponibilidad de abejas, y cuando el clima o las abejas no acompañen, ayudarse artificialmente”, concluyó.